La Comunicación

Llamamos lenguaje a cualquier sistema de comunicación estructurado. Nos comunicamos usualmente a base de secuencias sonoras, pero también con gestos y señales, así como con signos gráficos. Principalmente lo hacemos utilizando el signo lingüístico.

Sin embargo, el fracaso en la comunicación no siempre es una cuestión de lengua; muchas veces al expresar un sentimiento con palabras parte de la fuerza de este sentimiento se disuelve en la palabra, porque las palabras no son lo suficientemente explícitas como para transmitir todo lo que pensamos o sentimos. Mientras que una palabra es limitada, un sentimiento tiene infinitas posibilidades.

En mi opinión, la comunicación más pura es aquella que fluye de corazón a corazón, sin necesidad de ningún apoyo. Del corazón nace la inspiración, la intuición la creatividad y se transmite a través del mejor lenguaje: el lenguaje del corazón.

Este lenguaje es lo que nos permite dialogar a veces estando en silencio, es lo que le dice el amigo, con una mirada, que estamos a su lado en un momento difícil, lo que reconforta a nuestros padres cuando la vida se ha vuelto frágil, lo que nos permite sentirnos felices de los logros de los que nos rodean, lo que acaricia y da seguridad a nuestro hijo mientras duerme. Este lenguaje es el que ha hecho posible un detalle tan bonito como el que leeréis a continuación, lleno de sensibilidad y delicadeza, sin duda una buena manera de transmitir sentimientos.

Me ha hecho mucha ilusión que Joaquín lo haya compartido conmigo, y con su permiso, yo lo comparto con todos vosotros.

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Regalo de cumpleaños.

Buenas tardes Montserrat:

Te escribo para hacerte partícipe de una agradable experiéncia que he tenido recientemente grácias a tu obra belenística. Como bien sabes, conocí tu fantástica aportación al mundo del belenismo en el Congreso Nacional de San Fernando, quedé prendado de tus figuras y, desde entonces, cada vez que surge la ocasión de hacerme un regalo, mi esposa se plantea adquirirte una de ellas.

Generalmente y con algo de antelación, yo suelo insinuar, como el que no quiere la cosa: "Te acuerdas de la figura tal de Montserrat, la podríamos encuadrar en un arroyo o le podríamos preparar un paisaje determinado...". Mi cumpleaños fué el 14 de junio, pero como ando bastante ocupado no le presté mucha atención y me desentendí de mis solicitudes encubiertas. Durante la mañana de ese día, estaba enfrascado en mis estudios cuando mi esposa reclamó mi preséncia en otra habitación y cuál no sería mi sorpresa cuando encuentro la pantalla del ordenador envuelta en papel dorado. Un poco estupefacto ante el hallazgo y su cara de satisfacción enmarcada en una amplia sonrisa, acompañada del imperturbable cántico de felicitación a coro con mi hija y mi nieto de tres años y las continuas súplicas de "destápalo, destápalo". Allí estaba, el catálogo de tus figuras de Belén, para que yo escogiera. No pude evitar una carcajada ante la genial ocurréncia y la delicadeza con que me agasajaba. Hay que reconocer que la mujer con la que me casé hace 26 años, tiene una gran imaginación y una sensibilidad especial que sabe desplegar en los momentos oportunos.

P.D. Adquirimos la figura "El ayudante" y simplemente es maravillosa.

Un abrazo para tí y para Luís.

Joaquin González Otero (Cádiz)